domingo, 17 de noviembre de 2013

Igualdad, derecho de herencia y socialismo


Nos dicen que vivimos en igualdad, que todos somos iguales ante la ley y que nadie es más que nadie. Como si Paco el barbero fuera socialmente igual que Emilio Botín. Esto es algo falso, es una mentira monstruosa que crece en el imaginario social.

¿Pero que entendemos por igualdad? ¿Qué igualdad queremos conseguir desde el ala más a la izquierda del espectro político?

Nuestra igualdad social pretende que cada ser humano pueda poseer los medios materiales y morales para desarrollar su humanidad. ¿Cómo conseguir esto? Bien, sería organizar la sociedad de tal manera que todo individuo, sea hombre o mujer, pudiera entrar en la vida y encontrar los medios necesarios para el desarrollo de sus facultades y su oficio. Es decir, que haya una completa igualdad de oportunidades entre todos los individuos desde que se nace. Porque sin esta igualdad de oportunidades es completamente imposible tener una igualdad social real y eficaz. Para mantener la igualdad social se debe, a la vez, organizarla de tal manera que sea imposible la explotación de ningún trabajador.

Si se trata el tema de la igualdad, es de obligado cumplimiento tratar un tema capital: El derecho a herencia. No se llegará a una igualdad social y de oportunidades hasta el preciso momento en que el derecho a herencia sea suprimido, porque mientras este derecho sea existente no habrá igualdad económica y veremos como los individuos heredados no tendrán que hacer tanto esfuerzo para conseguir sus objetivos en la vida como el individuo que no ha heredado nada. Por tanto es el derecho a herencia de capital de todo tipo el que se fulmina la igualdad de oportunidades y en consecuencia, fulmina la igualdad. La vida es como una carrera donde todos deberíamos partir de la misma línea de salida, pero con la existencia de elementos como el derecho a herencia vemos que los heredados comienzan la carrera un poco más adelantados que los demás y teniendo más ventajas desde el principio. Evidentemente, todos esos objetos o “cosas” de valor sentimental y afectivo deben ser considerados como válidos para ser heredados.  En nuestra opinión, la propiedad de los individuos fallecidos debería acumularse a fondos sociales comunitarios para la educación, instrucción y manutención  de los menores hasta que cumplan su mayoría de edad. Nuestras dos ideas principales son: Con el sistema socio-económico actual es imposible establecer una igualdad social real y que para conseguir igualdad plena debe haber igualdad de oportunidades desde que todo individuo nace, y esto es imposible con el derecho a herencia.

“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.  Rosa Luxemburg


No hay comentarios:

Publicar un comentario