domingo, 21 de diciembre de 2014

Libertad de prensa contra la información: ¿uno o cien canales de televisión?

L. Gómez

Dice Rafael Correa, presidente de Ecuador, que «desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta». Y con ésta, recordaba a su vez una anécdota que Alejandro Cao de Benós, el primer representante occidental de Corea del Norte en las relaciones con Occidente como delegado especial del Comité de Relaciones Culturales con Países Extranjeros, contaba en una de sus charlas sobre los medios de comunicación y la libertad de prensa.

Ocurría tras sucederse la pregunta más inesperada –nótese la ironía-, ¿cómo puede ser Corea del Norte un país democrático si sólo posee un canal de televisión? ¿aún es usted capaz de defender que en Corea del Norte existe la libertad de prensa? Alejandro contestó tranquilo pero directo «la libertad de prensa no es que un país posea uno o cien canales de televisión». Insistió en que tal concepción partía de un pensamiento occidental, y volvió a la carga «antes de hablar de libertad de prensa, ¿por qué no me dices qué es la información, y a su vez, nosotros como trabajadores de un Estado, qué significa tener derecho a esa información?». Alejandro intentaba profundizar en el aspecto informativo para culminar dejando K.O. al contrincante con una última cuestión. Recordaba así al que fuera el presidente de Rumanía, Nicolae Ceaucescu, y su trayectoria política. Planteó cómo era posible que un presidente elegido por el pueblo, como es el caso de Nicolae en 1974, fuera relegido como secretario general en el XIV Congreso del PCR celebrado en noviembre de 1989 y, un mes más tarde de ese mismo año, en diciembre, fueran ejecutados tanto Nicolae como su pareja Elena. Ahí no culmina el éxtasis de la cuestión. Partiendo de la incomprensión que parece observarse tras la su reelección a la secretaría general del partido que obtenía una mayoría parlamentaria aplastante, de su ejecución por el propio pueblo y ejército rumano, en el 2010 una noticia aseguraba que el 41% hubiera votado a Ceaucescu como presidente y se volvía a reafirmar la noticia, cuando en abril de este mismo año se repetía la encuesta saliendo esta vez un porcentaje del 66% en favor de Ceaucescu como presidente en la actualidad. El sondeo afirmaba que el 69% de los ciudadanos vivió mejor durante la presidencia de Nicolae y que lo que más echaba de menos el pueblo rumano era la falta de trabajo (en un 23%) y vivir mejor (en un 14%).

¿Cómo puede ser –planteaba Alejandro Cao de Benós- que un pueblo elija a un presidente, lo aclame, después lo capture, lo ejecute, para acabar añorando su presencia casi 20 años después de su ejecución? Si se trata de informar sobre unos hechos ocurridos, ¿qué lógica nos dicta la presencia de múltiples canales de televisión para informarnos de una misma noticia? Tal viraje de la opinión pública eso es lo que se produce con la pluralidad de los medios de comunicación.

Sin pretender elogiar el papel presidencial de Nicolae, el ejemplo expuesto por Alejandro Cao de Benós me pareció en aquel momento y me sigue pareciendo un ejemplo muy ilustrativo del papel que cumplen los medios de comunicación y la información.

En la actualidad podemos observar lo mismo. Apenas hay información sobre la economía por ejemplo. Unas decenas de canales repitiendo palabras que ninguno de ellos explica: prima de riesgo, inflación, deuda externa… y, cuando alguno pretende lucirse más que otro haciendo algún especial sobre la economía, explican un poco por encima qué significa, reparten culpas y en ningún momento platean soluciones. De hecho, se acaba el programa, el día, y vuelve amanecer con el mismo sistema productivo, con sus mismos desencadenantes económicos y con sus mismos lastres sociales.

Pero, tampoco tardan el disparar todas ellas, como empresas privadas que son la gran mayoría, hacia un enemigo común. Cuba, Corea del Norte, la extinta URSS, etc. Y en todas ocurre lo mismo, ¿cómo van a ser estados democráticos si no existe libertad de prensa? Sin embargo, el artículo 125 de la Constitución de la URSS, el artículo 530 de la Constitución cubana o el artículo 67 de la Constitución de Corea del Norte afirman lo contrario. ¿Qué confunden los medios occidentales con la libertad de prensa? La carencia de cadenas informativas privadas, que es justamente, lo que se prohíbe en las constituciones de los países que acabamos de nombrar; la mercantilización de la información. La pregunta que habría que plantearse es, ¿es Cuba o Corea del Norte países con deficiencias informativas o, por el contrario, es el Estado español un país con sobreinformación? Para explicar la crisis económica o la guerra imperialista, sus causas, sus efectos, no hacen falta cien canales de televisión; hace falta uno que lo explique. ¿Qué fin oculto puede esconderse tras la defensa de la pluralidad de los medios de comunicación para que transmitan e informen de una misma noticia? ¿por qué Mediaset incluye varios canales de información en los cuales, en cada uno, tiene su propio telediario informativo diferente? ¿Qué finalidad tiene la división de la información si no es la confusión?

Por supuesto, las imprentas, como empresas privadas, sólo atienden a la información como un producto al que hay que dar salida. Si el mercado demanda un producto de bajo precio, su gasto en la producción se verá obligada a rebajarse. Ello ocurre con los materiales de los vehículos, la ropa, la tecnología… ¿alguien cree que en el campo de la información como un producto más divinamente no ocurre lo mismo? La opinión se crea conforme los valores que surgen del modelo económico imperante. En nuestra sociedad, si aparecieran dos canales, uno que promoviese la colectividad y otro, la vida individual de lujo, sobre un régimen económico cuyas vidas se rigen y aseguran según la renta del individuo y sobrevive gracias a la desigualdad existente… ¿no triunfará la opinión que sobre la base social pueda realizarse? Y de ser así, ¿no estará condenado a morir el primer ejemplo colectivista por su inviabilidad?

Por lo tanto, la empresa privada vela por sus propios intereses, por su propia supervivencia y manutención. Y, en las empresas privadas de la información, como empresas privadas que siguen siendo, impera la misma prioridad. Y TVE, en un Estado cuyo capital monopolista está fusionado con el poder, su finalidad es la misma, pues detrás de un partido está Endesa, o Gas Natural Fenosa, etc.

Hace falta echar la vista a unos días atrás. Cuando el empresario arruinado por la crisis que responde al nombre de Daniel Pérez Berlanga empotraba su coche contra la sede del PP en Madrid cargado con varios kilos de nitrato amónico, un iniciador, un temporizador y dos bombonas de butano. La prensa ya ha sacado un veredicto: “un enfermo mental”. Sin embargo, falta por extrapolar el hecho a un país como Cuba. ¿Cuáles serían los veredictos? Creo que a todos nos vienen los mismos: “un hombre se rebela contra la dictadura”, “un disidente actúa bajo la desesperación contra la ausencia de democracia”, etc. Como ven, el acto va acompañado de un severo juicio político que hace mella en la opinión popular, y, ni la tesis de “rebelde”, “disidente” o “falta de democracia” son válidas en el Estado español pese a existir disidentes o presos políticos y el incumplimiento de los derechos básicos que debería cumplir una democracia. ¿Por qué Cuba? Porque es un modelo político como Corea del Norte que prohíbe la mercantilización de la información. Y la empresa privada, en su búsqueda de la mayor rentabilidad de la información no va a tirarse piedras contra su propio tejado.

Y es que resulta tan paradójica la razón de la propiedad privada que nos presentan a Corea del Norte como “el país más hermético del mundo”, y veréis, pero resulta que nunca lo he comprendido. ¿Cómo pueden existir países como Baréin, Benín, Comoras, Eritrea, Ghana, Kirguistán, Tuvalu, Seychelles, Malaui que ya no solo desconozcamos el día a día o la política nacional si no que apenas sabemos situarlos en el atlas, y apodemos a un país del que cada día emiten una noticia, que existen decenas de documentales de estas mismas agencias privadas que lo presentan como ese gran desconocido, que sabemos que el tío de Kim Jong Un fue sentenciado a la pena capital, que si el pelo de Kim Jong Un es el único oficial, que si Corea del Norte aunque no tenga ninguna agresión imperialista en su historia amenaza de muerte al mundo y lo provoca cada día o al menos, eso nos dice el país que más guerras posee a sus espaldas, etc, como el “país hermético”? ¿No resulta más cómico que verídico? O tenemos mucha información veraz de ese gran “enigmático país” y no resulta tan desconocido como dicen, o por el contrario son todas esas noticias y documentales manipulaciones de la prensa informativa-sensacionalista occidental y resulta que sí es un gran desconocido. Y esto queridos amigos y amigas, tener cien canales de televisión para acabar con más dudas que cuando no tenías ni siquiera la propia televisión es lo que llaman “libertad de prensa”.

Si ya lo decía Malcom X, «si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido».

viernes, 7 de noviembre de 2014

Sobre la autoridad, el Estado y la libertad

Las palabras que componen el título de esta entrada son, en los lugares donde confluyen personas de autollamada ideología anticapitalista, las que más escucharás usar en su forma general -que no generalizada-: ¡Por la libertad! ¡Ni opresores ni oprimidos! ¡Yo soy antiautoritario! ¡Yo lucho contra el Estado!

Pero, ¿qué hay detrás de esas palabras? ¿Significan algo usadas en su forma general? ¿Implican un análisis correcto de la realidad esas afirmaciones?

El Estado nace de la existencia de clases sociales

El Estado es la herramienta de la que se dotó la primera clase social dominante, llamada clase-Estado. El caso de Egipto, uno de los más estudiados, explica que, con el paso de varios milenios, una de las muchas comunidades pasa a ocupar un lugar preponderante, es decir, vive de lo que las otras producen. Esto sucede debido al desarrollo de la tecnología productiva, a la posterior división del trabajo, y por tanto, a la aparición del excedente. Tal cosa producirá las primeras clases sociales, una de ellas, la clase-Estado, la cual se comportará como la garante de los servicios públicos para las comunidades que trabajen para ella.

Esto se producirá a lo largo de todo el sistema planetario, exceptuando en Europa, donde se desarrollará una lucha sangrienta entre tribus, y la forma de Estado que emanará de ello será la esclavista, que pronto atacará a las sociedades como las egipcias.

Así, históricamente, el Estado nace de la existencia de las clases sociales, y será la herramienta usada por la clase dominante para dominar, de alguna forma, a las clases dominadas.

Qué puede considerarse un Estado

Un Estado, pues, es toda estructura en la que haya un poder político actuando sobre un territorio y una población determinada. La mayor expresión de ese poder político, en última instancia, será su imposición por métodos violentos.

Por tanto, en el caso de llevar a cabo un proceso revolucionario, destruyendo el aparato burocrático-militar (estatal) del territorio en el que se esté, lo que emane de él será también otro Estado. ¿Por qué? Porque con la revolución no se acaba con las clases sociales, sino que se destruye el poder burgués del Estado. Y esto significa que, al tener que reprimir a la clase social burguesa para conservar el nuevo régimen construido por la clase trabajadora, éste, inevitablemente, deberá imponerse en última instancia por métodos violentos. De lo que se deduce que, de una u otra forma, con una u otra estructura, estatal o asamblearia, central o descentralizada, de lo que estamos hablando es de un Estado, pues habrá un poder político impuesto que actúe sobre un territorio y una población determinada. Seguirán habiendo clases sociales, motivo por el cual nació. Y hasta que éstas no desaparezcan, no desaparecerá ese Estado

¿Pueden, las clases dominadas, usar esa herramienta?

Pueden, pero no es tan fácil. La creencia entre los sectores de los que hablábamos al principio es que el Estado puede usarlo indistintamente la clase burguesa como también la clase obrera. Pero de ahí nace la tendencia a pensar que el Estado es siempre igual, lo cual sería erróneo, pues ya hemos visto qué es lo que puede considerarse Estado. Tal concepción daría pie a imaginar el Estado en una forma inamovible, unilateral, sin condiciones ni circunstancias. Metafísica, al fin y al cabo.

El Estado, como herramienta de clase, puede usarse por la clases dominadas, pero antes de eso, ellas deben destruir el aparato burocrático-militar. ¿Por qué? Porque ese aparato es la forma de dominación en la que se ha organizado la clase burguesa, la dominante. Es decir, en leyes, en policía y ejército que cumplen esas leyes, y en general la burocracia que las aplica y las defiende, y que no va a ceder su poder tan fácilmente. 

Por lo que, como hemos podido ver y demostrar, las clases dominadas pueden usar esa herramienta, pero una vez destruido el aparato de dominación burgués anterior y construido el aparato de defensa propio. 

La autoridad, ¿inevitable?

Hay un elemento que, a lo largo de la entrada, ha sido omnipresente. Ese elemento es la llamada autoridad.

Si la existencia de un Estado después de un proceso revolucionario es inevitable, ¿la existencia de su autoridad, como poder político, también lo es? La respuesta a esta pregunta es sí. Pero ese miedo y oposición visceral a la autoridad carece de base analítica, pues cada clase puede usar la autoridad como le plazca. En el caso de que sea la clase obrera quien construya su aparato de defensa, la autoridad se diluirá entre la mayoría de la población. En el caso contrario, si su clase antagónica, la burguesía, usa la herramienta estatal, la autoridad se diluirá entre una minoría de la población.

¿Y la libertad?

Como hemos visto, ante la inevitabilidad de ciertos elementos de clase, y ante la dicotomía que rige la realidad, la libertad no podrá ser defendida en su forma general. No puede cumplirse la máxima de "ni opresores ni oprimidos" después de un proceso revolucionario, pues el Estado que surja de ahí, en cualesquiera que sean sus formas y sus estructuras, tendrá que ser usado por la clase oprimida, ésta es, la obrera. Lo que sí puede haber es que ese Estado naciente persiga que no hayan ni opresores ni oprimidos. Pero, por lo pronto, habrá que decantarse por unos o por otros.

Conclusión

La pretensión de este extenso análisis no es marcar una conclusión exacta, sino que ésta quede a cargo del lector o la lectora. Sí que pueden, empero, vislumbrarse, a primera vista, varias cosas: y es que las expresiones generales, junto con los términos también en general, a menudo sirven para romantizar las luchas y las acciones, y probablemente, enaltecerlos, sea algo contrario a todo lo que significa revolución. Pues no es lo mismo analizar la realidad y actuar en ella según cómo te gustaría que fuera, que analizar la realidad según cómo te gustaría que fuera y actuar en ella.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

¿QUÉ FUE ANTES EL HUEVO O LA GALLINA, EL CAPITALISMO O LA CORRUPCIÓN?

A menudo plantean la alternativa a la corrupción en los nuevos partidos. Podemos es quizás la candidatura que más ha acogido en su seno electoral esa receta de incorruptibles. Pero, ¿son los partidos corruptos por ideario político y así se explicaría la inmunidad de Podemos o hay algo más?

Los discursos populistas no ahondan lo suficiente en la cuestión. Por eso, ni les interesa hallar el origen de la misma ni desde luego buscar el remedio contra esta. Es así que, como medidas preventivas solamente se oyen: “más leyes”, “más justicia”, etc. Y aún diré más, a los populistas sólo les interesa una reducción paliativa de la corrupción. Un nuevo dato que contraste su reducción, su “moderación”. Pero, ¿quién soy yo para afirmar estos hechos?

La personalidad es lo que menos importa ante el planteamiento. Por lo tanto, me centraré en el fundamento. Para quienes abogan por la consigna de “más leyes” o “más justicia”, partiremos de una realidad objetiva: la corrupción está presente independiente a la ley o la justicia. Pretender abolir la corrupción con medidas legislativas más endurecidas es como pretender acabar con la droga encarcelando a sus traficantes; en un momento dado puede disminuir, pero no es la legalidad la que rige su vida –en ambos casos-.

Partamos del problema principal: ¿por qué existe la corrupción? Muchas respuestas irán encaminadas a la avaricia personal de unos individuos concretos, pero, es una verdad a medias. No plantea el problema a fondo. Podemos –válgame la paradoja- ir más allá: ¿por qué existe la avaricia? ¿siempre ha existido?

El problema de la corrupción es un problema inherente al sistema económico, al capitalismo. Sin la importancia que requiere mantener un status quo económico no se puede entender la corrupción. Nace con la desigualdad económica, pero se asienta en el seno de una sociedad donde prevalece el “tanto tienes, tanto vales”, donde la competencia económica es la cualidad que establece la supervivencia y garantía de tus derechos. Quién gana capital vive, quien pierde capital muere.

Un sistema que garantiza los derechos o la vida misma según el capital, es normal que todos los esfuerzos individuales estén enfocados no a una avaricia casi mecánica como plantean quienes enfocan el problema de la corrupción a unos individuos determinados, sino a un nivel de vida determinado; a más capital, menos hambre y mejor vida.

Por lo tanto, la avaricia y la corrupción, independientemente de lo fugadas que estén de la justicia y cuanto peso quiera cargar ésta contra aquellas, no erradica el problema porque está sustentado sobre una base económica y no judicial. En el ejemplo anterior de la droga vuelve a suceder el mismo planteamiento, hasta que no se solucione el por qué la gente tiene necesidad de consumir droga jamás se erradicará su consumo por más que encierren a los camellos de poca monda e incluso a grandes narcotraficantes.

Así pues, el problema de la corrupción sólo tiene solución sobre una base económica distinta, sobre una sociedad que garantice los derechos más básicos, donde el capital no rija tu vida y donde el dinero juegue el papel de mera mercancía equivalente. Una sociedad sin hambre, con educación, con trabajo, con casa y sin carencias es una sociedad que no ansía acumular capital. Pero, esta alternativa parte de la total destrucción del sistema económico actual y, dicha alternativa carece de legitimidad en el abanico parlamentario actual. Plantear una alternativa económica es plantear la supervivencia de los lastres actuales, de los pilares básicos que sustentan el capitalismo y éstos mismos se han asegurado su propia perpetuación a base de represión, intimidación, ilegalización y miedo.

Es por ello, que en un marco electoral que se juega bajo la Ley de Partidos, bajo Reformas Electorales y custodiadas por la Constitución franquista de 1978 jamás saldrá una alternativa que abogue por la democracia, por solventar el calvario que sufre hoy la clase trabajadora.

Podrá llamarse Podemos, Ganemos o Perdamos; bajo un sistema que no garantiza la vida sin la acumulación individual de capital la corrupción no es un problema, es más bien su consecuencia.



L. Gómez

martes, 4 de noviembre de 2014

La guerra contra Cuba

“Es que Cuba es una dictadura”, “es que Fidel Castro es un tirano”, “es que en Cuba se mueren de hambre”, “es que en Cuba no puedes tener móviles, ordenadores, etc.”, “¡pues vete a Cuba!”.

A muchos y muchas nos resultarán muy familiares estas frases sobre Cuba, sobre todo si se es de izquierdas. Cuando un tema tan recurrente como el de Cuba sale a debate, de repente nos encontramos como todo el mundo se convierte en experto del socialismo cubano y sacan a relucir esos maravillosos “conocimientos” sobre Cuba sin pararse a pensar si son ciertos o no; si lo que han oído en la mass media es objetivo o tan solo son calumnias para favorecer los intereses occidentales y capitalistas. Recomiendo al lector, que si alguna vez oye alguna de las frases con las que empieza esta introducción, se dirija tranquilamente al “experto” sobre el socialismo cubano y le pregunte: “¿Y el bloqueo económico qué?”. Y probablemente, en ese mismo instante, se hará el silencio y nuestro “experto”, al no saber de que se le está hablando, recurrirá al argumento derechista clásico: “¡PUES VETE A CUBA SI TANTO TE GUSTA!”.  

¿Cuál es el objetivo de este presente artículo? Bien, no trataremos de hacer proselitismo del comunismo o del socialismo, no, tan solo queremos abordar un tema bastante desconocido para la mayoría del pueblo como es el llamado “Bloqueo económico” o “embargo contra Cuba”, que el pueblo cubano lleva sufriendo desde hace 50 años por parte de EE.UU. Quizá, y solo quizá, después de leer este artículo, la lectora o lector, podrá entender el por qué de muchas situaciones que ocurren en Cuba y que se usan desde Occidente como arma arrojadiza contra el comunismo o el socialismo.


BLOQUEO: La guerra contra Cuba
El “bloqueo” de EE.UU contra Cuba consiste en un embargo comercial, financiero y económico que empezó en 1960 como respuesta del Gobierno ‘yankee’ contra las expropiaciones y nacionalizaciones que la Revolución Cubana realizó contra empresas y grandes corporaciones estadounidenses. Ante la ineficacia de una invasión militar contra Cuba a causa de que toda o una gran mayoría de la población cubana estaba a favor de la Revolución, el propósito del embargo era hacer caer el comunismo cubano a través de la desesperación de su propia población. Es decir: conseguir mediante una “guerra sucia” que la población cubana desistiera del comunismo y se rindiera ante el capitalismo y el imperialismo estadounidense. Desde hace 54 años, el embargo hiere y golpea día a día a todo el pueblo cubano. El embargo cubano comienza como un “deseo” del presidente norteamericano Dwight David Eisenhower de derrocar a Fidel Castro en un plazo de seis semanas como máximo. Salta a la vista que no lo cumplieron.  ¿Cuáles fueron las primeras medidas del bloqueo contra Cuba? En primer lugar EE.UU empezó con el corte de suministro de hidrocarburos, después empezaron a rechazar crédito financiero cubano, prosiguieron con reducir la importación de azúcar cubano y, finalmente, se dejó de vender piezas mecánicas e industriales a la industria cubana (a sabiendas, que en 1960, toda la industria cubana dependía de la importación de material estadounidense). Pretendo que el lector o la lectora imagine lo desastrosas que pueden llegar a ser esas medidas para un país, el cual en 1960 tenía un comercio exterior que dependía un 70% del comercio con Estados Unidos. Así que nos encontramos ante un embargo contra Cuba que el único objetivo que tiene es provocar el desaliento del pueblo cubano, golpearla, hacerla sufrir, como medio para combatir a un Gobierno socialista. ¿Qué más provoca el bloqueo contra Cuba? Que no se pueda comerciar libremente con EE.UU. Cuba vendía toneladas de productos como níquel, tabaco o marisco a EE.UU pero todo este comercio fue eliminado por el bloqueo. Ahora bien, alguien podría reflexionar y preguntar: “Bueno, no podrán comerciar con EE.UU, pero pueden comerciar con el resto del mundo”. Si, efectivamente, Cuba puede comerciar con cualquier otro país del mundo, pero no todos los países podrán comerciar con Cuba. ¿Qué significa esto?  Por ejemplo, si Cuba quiere comerciar con Argentina, se encontrará con la problemática de que no puede hacerlo mediante dólares estadounidenses, porque al mismo momento que esos dólares llegan al banco, el Gobierno de EE.UU lo decomisa. Pongamos un ejemplo real, ocurrido en 2004, en el que el UBS (banco suizo) fue multado con cien millones de dólares por el Gobierno estadounidense por aceptar una transferencia en dólares por parte del Gobierno de Cuba. ¿Qué provoca esto? Que el Gobierno cubano deba ser muy cuidadoso a la hora de establecer comercio internacional, obligado a hacer siempre cambios de monedas. Se estima que este constante cambio de moneda a la hora de comerciar supone una pérdida anual de cincuenta millones de dólares.
Otra de las cosas que más se oyen sobre Cuba es que no pueden de disfrutar de muchos equipos electrónicas y demás tecnología. ¿A qué se debe esto? A que una de las características del embargo contra Cuba consiste en que una empresa de cualquier país del mundo tiene prohibido venderle a Cuba cualquier aparato, equipaje o tecnología que tenga más de un 10% de componentes norteamericanos. Por ejemplo, Cuba no puede comprar el avión Boeing por ser de fabricación norteamericana, pero es que tampoco puede comprar un avión AirBus, que es de fabricación europea, debido a que la parte electrónica es de fabricación estadounidense. Otro ejemplo de hasta dónde llega la insania de este embargo: marcas automovilísticas como Mitsubishi o Mercedes-Benz deben demostrar ante el Gobierno estadounidense que los automóviles que quieren vender en territorio ‘yankee’ no contienen componentes metálicos cubanos. El Gobierno estadounidense se encarga de enviar inspectores por todo el mundo para revisar que toda empresa automovilística que importe a EE.UU no tenga en sus contratos ningún tipo de relación comercial con la industria metalúrgica cubana, provocando así que las empresas internacionales se lo piensen dos veces antes de comerciar con Cuba si no quieren sufrir una sanción por parte de la Administración estadounidense. Llegados a este punto, podemos ver como el embargo contra Cuba ya no es solo una relación bilateral  EE.UU-CUBA sino que es multilateral, ya que afecta a todos los países y empresas del resto del mundo. Otra de las consecuencias que tiene el bloque económico contra Cuba es que esta no puede pertenecer al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) negándole los prestamos de millones y millones de dólares que se dan a otros países latinoamericanos. Esto provoca que Cuba solo pueda pedir préstamos a otras instituciones donde los intereses son más altos, lo cual hace que el Gobierno cubano tenga dificultades a la hora de financiarse.
Cuba lleva desde el año 1992 presentando, cada año, en la ONU una resolución titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico” y que es aprobada siempre por amplia mayoría. ¿Por qué no puede llevarse a la práctica esta resolución? Porque EE.UU, evidentemente, vota en contra de la resolución, y al tener derecho a veto en la ONU, provoca que no se cumpla la voluntad de la mayoría. Es una muestra de arrogancia imperialista que EE.UU actúe de esta manera, buscando solamente una ONU que responda única y exclusivamente a sus intereses económicos. Pero no todo queda aquí, hay más restricciones que afectan negativamente a la economía cubana, y por extensión a su sociedad. Por ejemplo, EE.UU tiene prohibido a sus ciudadanos viajar como turistas a Cuba. El bloqueo también afecta a las propias familias cubanas que viven en EE.UU, ya que el gobierno estadounidense solo permite a estas familias viajar una vez al año hacia Cuba, bajo previa petición de permiso que puede ser denegada si lo considera necesario el Gobierno norteamericano.
Pero sin duda, uno de los sectores que más sufren el embargo cubano es el sector médico. Muchos de los medicamentos que se necesitan en Cuba son producidos en EE.UU y por tanto Cuba no puede comprarlos o debe hacerlo a un precio mayor ya que debe adquirir el medicamento a través de terceros países. Es desesperante para muchos pacientes ver como la sanidad cubana no le puede facilitar un medicamento u otro porque EE.UU se niega a venderlo a Cuba. Dentro del sector de la medicina, hay mucha problemática con el hecho de adquirir equipos de tecnología médica ya que aun comprándola a otros países, esos equipos suelen tener componentes estadounidenses, lo que provoca, de nuevo, que Cuba no pueda adquirirlos.


VERDADES Y MENTIRAS SOBRE CUBA
Sin duda Cuba es uno de los Estados, que a causa de su sistema económico y político ha sido de lo más manipulado y tergiversado internacionalmente para hacer creer a la población de los Estados capitalistas que un Estado socialista es una dictadura terrible y un infierno para sus ciudadanos.  Por ejemplo, si un ciudadano español marcha de su país hacia, por ejemplo, Alemania, se dice que ese español ”ha emigrado”, en cambio si un ciudadano cubano marcha de sus país hacia EE.UU se dice que “se ha exiliado” o que “ha huido”. A partir de esta burda manipulación del lenguaje provoque no solo que haya gente que ya no quiera visitar Cuba, sino que los y las que se deciden a ir, lo hagan temerosos y con miedo. Para esto, el Gobierno norteamericano siempre ha gastado cantidad ingente de dinero para que los grandes periódicos calumnien a Cuba (concretamente la Administración Bush gastó en 2004 un total de 59 millones de dólares). Aun con la tergiversación de la prensa internacional sobre Cuba, es sin duda admirable como el pueblo cubano ha sabido aguantar con dignidad las embestidas del embargo económico para convertirse en potencias mundiales en lo referente al sistema sanitario y educativo.
De cara al exterior, el Gobierno de los Estados Unidos quiere hacer ver que su embargo contra Cuba responde a su compromiso por la libertad y la democracia y que como, según EE.UU, Cuba no da pie ni a la libertad ni a la democracia se encuentran con la autoridad moral de proseguir con este bloqueo. Pero si esto fuese así, ¿por qué EE.UU tiene magnífica relación comercial y política con China? Ah, sí, porque China es una potencia económica que responde positivamente a los intereses de EE.UU. ¿Por qué EE.UU comercia y tiene como aliada a una dictadura como Arabia Saudita? Ah, sí, porque Arabia Saudita tiene mucho petróleo y gas natural. Por tanto, aunque EE.UU quiere vender al público un idealismo como el de bloquear a Cuba “porque no son democráticos”, es algo que investigando un poco veremos que no se sustenta por ningún lado, ya que a EE.UU no le importa si un Estado es democrático o no, tan solo le importa que ese Estado responde de manera positiva –y sumisa- a los intereses privados de EE.UU.


CONTRARREVOLUCIÓN Y TERRORISMO
Desde el mismo momento del triunfo de la Revolución Cubana, en tierras estadounidenses, sobretodo Florida, se fueron creando distintos partidos, de cubanos favorables al dictador Batista, contrarios al socialismo, así como la  creación de grupos terroristas que cometían atentados contra Cuba, siempre con el apoyo político y económico de la administración estadounidense. Aun siendo el ataque por vía económica la principal arma estadounidense contra Cuba, el Gobierno ‘yankee’ no ha excluido en ningún momento cualquier otra vía para sofocar el socialismo cubano. Estamos hablando, por supuesto, de la vía armada y terrorista. Desde el mismo momento en el que triunfa la revolución cubana hasta el fin de la década de los años ‘60, las sucesivas administraciones norteamericanas han promovido el terrorismo contra Cuba tales como acciones de sabotaje, quema de cañaverales o ataques contra instalaciones industriales como vía para subvertir el orden político de Cuba. Pero el mayor ataque terrorista por parte de EE.UU contra Cuba fue el ataque de Playa Girón (Bahía de los Cochinos) en 1961, en donde mercenarios cubanos y agentes estadounidense aparecieron con lanchas ametrallando a ciudadanos desarmados (mayormente campesinos y ‘alfabetizadores’ que habían ido a las zonas rurales) de Playa Girón, así como bombardeando con aviación toda la zona de “Bahía de los Cochinos”. Aunque los ataques terroristas contra Cuba más típicos fueron el lanzamiento de bombas incendiarias fabricadas en Miami hacia todas aquellas industrias y empresas que fueron nacionalizadas en el triunfo de la Revolución Cubana, con el fin de desestabilizar y provocar escasez. Pero la Guerra Sucia de EE.UU contra Cuba no conoció límites, y llego a traspasar la línea de lo biológico, es decir, hubo ataques masivos contra el ganado y plantaciones cubanas esparciendo virus y demás enfermedades, o la introducción del virus Dengue, sacado de un laboratorio de la CIA para introducirlo entre la población cubana. Durante la década  de los ’60 se incrementaron las enfermedades por contagio como la gripe porcina o la conjuntivitis hemorrágica, provocando así enormes daños humanos y animales. Referente a la guerra biológica, el peor caso de todos, fue la introducción por parte de la CIA del “Dengue 2” en tres ciudades distintas de Cuba en 1980, provocando la muerte de 154 personas, entre ellos 100 niños, más la pérdida de 104 millones de dólares en tan solo cuatro meses para poder hacer frente al “Dengue 2”. El terrorismo no para aquí; en la década de los ’90, ante el auge turístico en Cuba, los grupos terroristas de Miami comenzaron a poner bombas en los distintos hoteles de la capital cubana con el fin de provocar miedo y que el turismo disminuyera. La cifra total de muertos a causa del terrorismo en Cuba entre 1960 hasta 1997 ha sido la friolera de tres mil víctimas. Esto es lo que se conoce como “Terrorismo Internacional” que ha existido y existe patrocinado por la Administración estadounidense.


PERIODO ESPECIAL
Si algo demuestra la gran proeza del pueblo cubano a la hora de no desistir contra el imperialismo estadounidense fue la caída del bloque soviético en 1991. Durante los años anteriores a 1991 Cuba se encontraba asediada por el embargo, pero tenía toda una relación económica, comercial, financiera y política con la URSS y todo el bloque comunista de Europa del Este. Pero con la caída de sus socios en 1991 y el mantenimiento del bloqueo económico Cuba puso a prueba el apoyo popular a la Revolución. A efectos prácticos, la disolución de la antigua Unión Soviética, significo un “segundo bloqueo” contra Cuba ya que esta pierde todos los suministros que provenían de la URSS. Se paralizó la agricultura, la industria. Se tuvo que abrir nuevos mercados para dar salida a los productos que ya no se podían importar a la ya por entonces extinta URSS. A todo esto se le sumó el endurecimiento de bloqueo económico por parte de EE.UU con la aprobación de la Ley Torriccelli. Durante el llamado “Periodo especial”, en Cuba, se pasó hambre, no había combustible para los coches, no se podía tener acceso a la electricidad más de cuatro horas diarias, pero aun así el pueblo cubano no desistió y salió adelante. ¿Por qué? Por el modelo social cubano, un modelo que permite que en esa coyuntura tan complicada nadie dijera “sálvese quien pueda”, sino todo lo contrario, ante la escasez, y todos a una, fueron racionando y priorizando para los y las más débiles. Y lo más importante, ante esa coyuntura cualquier gobierno occidental hubiera optado por la privatización de los sectores sociales, pero Cuba no,  Cuba no permitió acabar con los logros de la Revolución Cubana: Educación, sanidad y comida para todos. 


Si bien el tema del embargo contra Cuba daría para varios libros, con el artículo presente hemos querido ofrecer al lector y la lectora una idea de porque Cuba tiene distintas dificultades a la hora de avanzar y progresar en materia tecnológica, industrial, etc. Con este artículo hemos querido demostrar que hay un trasfondo, provocado por EE.UU, que causa –y causó- los mayores males del periodo socialista del Estado cubano. Evidentemente nadie está diciendo que Cuba sea un paraíso ni nada por el estilo, sino que tienen un sistema diferente a “lo normal” y que aun con los ataques incesantes de una potencia mundial como EE.UU, Cuba ha sabido mantenerse firme y no permitir el fin de la Revolución Cubana. Aun con todo esto Cuba es un espejo donde mirarse referente a sectores como el sistema sanitario o el sistema educativo. Imagínense lo que podría haber conseguido ser Cuba sin haber sufrido 54 años de bloqueo económico. Como consejo personal a los y las lectoras, diré que no dejen engañarse por los medios de comunicación occidentales que responden a los intereses capitalistas. Que lean, se informen, contrasten la información y que verdaderamente reflexionen sobre si toda la información que nos dan desde la TV y los grandes periódicos responde a unos intereses públicos, o por el contrario, responden a intereses privados.




miércoles, 29 de octubre de 2014

Los “Sucesos de Mayo” de 1937 como fin de la Revolución social.

En Mayo de 1937 se produjeron en las calles de Barcelona los famosos “Sucesos de Mayo” que se caracterizaron por ser una guerra dentro de la propia Guerra Civil Española, enfrentando por un lado a la CNT y el POUM, y por otra lado, al Gobierno de la República Española, PSUC y ERC. El primer bando pretendía seguir haciendo la Revolución Social mientras se hacía la guerra contra el Bando Nacional, mientras que el segundo bando pretendía primero ganar la Guerra Civil y luego proseguir con la Revolución.  El final ya lo sabemos todos, se perdió tanto la Guerra Civil como la Revolución social.


El lunes 3 de mayo de 1937, hacia las tres menos cuarto de la tarde, empezaba ‘el principio del fin’ de la Revolución social española que se inició, de la mano del proletariado revolucionario, el 19 de Julio de 1936. Todo empezó con la llegada de tres camiones repletos de Guardias de Asalto (policía republicana), fuertemente armados, y con orden de detenerse –y ocupar- la sede de Telefónica en la plaza de Cataluña. Los pelotones de la Guardia de Asalto estuvieron encabezados en todo momento por Eusebio Rodríguez Salas, famoso militante del sindicato obrero UGT y bolchevique convencido. ¿Por qué tuvieron la orden de parar en la Telefónica de Plaza de Cataluña? Porque el edificio de Telefónica había sido expropiado por la CNT desde el 19 de julio, día en el que dio comienzo la Revolución Social en el Estado español. La supervisión y gestión de las comunicaciones telefónicas, al igual que las patrullas de control, habían provocado diversos conflictos entre los militantes ‘cenetistas’ y el Gobierno burgués de la II República española. La lucha entre el sindicato anarquista y el Gobierno republicano era una batalla inevitable que debía llegar tarde o temprano, los primeros reclamaban seguir con el control de las “conquistas” del 19 de julio de 1936, mientras que los segundos reclamaban para sí el dominio absoluto de las competencias que les eran “propias”.

Una vez en Plaza Cataluña, la Guardia de Asalto, comandada por Eusebio Rodríguez Salas, entró “a por todo” en el edificio de Telefónica, cogiendo por sorpresa a los cenetistas de las plantas bajas, que no tuvieron más opción que dejar las armas y rendirse, pero en los pisos superiores, los anarquistas organizaron una dura resistencia gracias a las ametralladoras que aun guardaban.

Este suceso se propagó por toda la ciudad de Barcelona como la pólvora, haciendo de crecer como hongos barricadas por toda la ciudad condal. Fue el mismo presidente de la Generalitat, Lluís Companys, quien decidió, presionado por el PSUC, abandonar la táctica imperante hasta ahora de un Gobierno de unidad antifascista con la CNT como participante de índole importante. Finalmente venció la táctica de Comorera y ‘su’ PSUC, que consistió en imponer por la fuerza un Gobierno “fuerte” y autoritario que ya no tolerase, según Comorera, “una CNT incapaz de meter en cintura a sus propios militantes ‘incontrolados’”. Este viraje de la táctica de la Generalitat fue la última gota que propició los enfrentamientos armados de mayo de 1937 en Barcelona, siendo el propio Companys el encargado de dar la orden de ocupar la Telefónica por parte de la Guardia de Asalto, sin previo consenso con el resto de ministros. Como dijo más tarde Josep Tarradellas: “La toma de Telefónica por parte del Gobierno era la irracional respuesta a las exigencias cenetistas y un desprecio a las negociaciones”. 
Fueron los famosos Comités de Defensa de la CNT los encargados, pues, de dirigir y organizar, en cada barrio barcelonés, la resistencia ante la “contrarrevolución” dirigida desde el Gobierno republicano. En un principio, los barrios obreros estuvieron enteramente controlados por la CNT-FAI, controlando toda entrada y salida en las carreteras y sin necesidad de utilizar demasiado las armas. Y donde se necesitó el uso reiterado de las armas, la lucha se decidió rápidamente a favor de los Comités de Defensa. Pero la derrota de la ‘masa confederal’ llegó por el llamamiento de los dirigentes cenetistas (esos mismos que llamaron a la Revolución el 19 de julio de 1936) que optaron por el abandono de la lucha en aras de la unidad antifascista contra el Bando Nacional.

Esta derrota inducida por los propios dirigentes de la CNT provocó la definitiva disolución de los Comités de Defensa, que si ya de por sí dejó tocado al proletariado revolucionario, aun más con la detención del Comité Ejecutivo del POUM y la ilegalización del partido.  A partir de este momento, con todo el poder en manos del PSUC y del sector proletario controlado por este, se desencadenó una sistemática represión contra la CNT y la FAI. Esta represión se inició primeramente mediante ofensivas judiciales llevando a juicio a los Comités Revolucionarios locales de cada municipio, a todo militante de la CNT que hubiera tomado partido durante los “Sucesos de Mayo” de 1937, se tipificó el delito de opinión e ilegalizó la prensa favorable a la Revolución Social. A todo esto se le añadió la persecución y tortura día y noche así como  encarcelamiento a todo aquel o aquella proletaria que fuera sospechosa de ser cenetista o miembro del POUM. Aun así, muchos Comités Revolucionarios locales consiguieron sobrevivir gracias al gran arsenal armamentístico, eso sí, de forma clandestina hasta aproximadamente la primera semana de septiembre de 1937, cuando ya desaparecieron (o se disolvieron) en su totalidad. Hasta aquí llegaba la Revolución Social. Hasta aquí llegaba el sueño de un proletariado revolucionario luchando por el comunismo libertario. A partir de aquí, los y las anarquistas que sobrevivieron o no fueron encarcelados, se dedicaron exclusivamente a divulgar información clandestina de solidaridad con los presos revolucionarios, exigiendo su libertad y denunciando las formas con las que eran tratados.


Los “Sucesos de Mayo” de 1937 consolidaron la contrarrevolución liderada por el bando burgués-republicano con la incesante ayuda del sector obrero controlado por el PSUC, con la consiguiente represión del movimiento anarcosindicalista y del POUM, provocando así el fin de la Revolución Social. En 1938, los y las revolucionarias estaban ya exiliados, encarcelados o bajo tierra. No fue la dictadura de Franco, sino la República de Negrín quien acabó con la Revolución.

La historia la han escrito siempre los vencedores, pero también es cierto que a veces aparecen grietas en la historia oficial, la del Gobierno, y los perdedores dejan constancia de la otra historia, la del pueblo. Y este es el caso de la historia del anarquismo.


“Vivere militare est”. Séneca. 

miércoles, 22 de octubre de 2014

ANARCOSINDICALISMO: COMITÉS DE DEFENSA, GRUPOS DE AFINIDAD Y GRUPOS DE ACCIÓN.

Hoy os traemos un artículo histórico y curioso a la par que desconocido para la mayoría de población (incluso para la población minimamente politizada). Hablaremos de tres “estructuras” organizativas que conformaron el famoso sindicato anarcosindicalista CNT, en los años ’30. Nos referimos concretamente a los llamados “Cuadros de defensa”, “Grupos de afinidad” y los “Grupos de acción”. El objetivo del presente artículo no es solo explicar una parte de nuestra historia y despertar la curiosidad de los y las lectoras, sino también explicar las diferencias entre los tres tipos de organización para que no se confundan los tres conceptos entre sí.

Empezaremos por esbozar qué eran los Cuadros de Defensa de la CNT y para qué servían. Estos grupos llamados “Cuadros de Defensa” fueron creados por el sindicato CNT en Octubre de 1934 para cometer la llamada “gimnasia revolucionaria”, que no era más que distintas acciones insurreccionales en distintos puntos del Estado español como método efectivo de preparación y entrenamiento hasta llegar a la revolución proletaria. 

Bien, los Cuadros de Defensa fueron una milicia secreta y anónima del sindicato cenetista, que aparte de las acciones anteriormente mencionadas, tenía como labor la defensa sindical y hacer de piquetes armados en las distintas huelgas. Podemos definir a estas agrupaciones como el ejército clandestino de la revolución social, sumido plenamente en tareas como la de instrucción de armamento, información y espionaje y preparación de la insurrección. No eran una organización independiente de la CNT, al contrario, dependían directamente del sindicato, ya que era la propia CNT quien los financiaba y los nutría con sus militantes. Cada cuadro de defensa empezaba con un mínimo de seis militantes cenetistas, pero con la intención de ir aumentando en número hasta llegar a la totalidad del proletariado. Lo que hay que dejar claro es que no fueron nunca independientes de la CNT, como si lo eran otros colectivos (FAI, Juventudes libertarias, etc.). Estos cuadros fueron siempre la organización armada de la CNT, sometida siempre al mandato del Comité regional y Nacional de ésta.

¿Qué fueron los llamados “Grupos de afinidad”? No fueron más que la estructura organizativa de la FAI (Federación Anarquista Ibérica). Estos grupos se formaban a partir de la unión de diversos militantes, amigos y compañeros de trabajo que tenían una línea ideológica similar en la mayoría de aspectos y que se organizaban para asumir labores y tácticas comunes al grupo. El hecho de que cada grupo de afinidad sólo estuviera compuesto por miembros muy similares ideológicamente, provocaba ciertas disputas y discrepancias entre distintos grupos de afinidad.  Los grupos de afinidad estaban caracterizados principalmente por su autofinanciación, autonomía, federalismo y “transitoriedad” ya que su grado de clandestinidad, hacía que estos grupos nacieran tan solo para efectuar una determinada acción, pasada la cual se disolvían. Esta clandestinidad y transitoriedad eran fruto de la enorme represión policial que sufría el movimiento obrero en general, y el movimiento anarquista en particular. La militancia de los grupos de afinidad iba desde un mínimo de cuatro personas, a un máximo de veinte. Si bien otras de las características de los grupos de afinidad era su escasa financiación y medios materiales, sus labores y funciones eran bastante heterogéneas, pero principalmente se encargaban de todo lo relacionado con lo cultural, esto es, la divulgación y difusión anarquista y científica, la creación de Escuelas Racionalistas y Ateneos, exposiciones, corales y conferencias políticas.

Por último esbozaremos lo que fueron los “Grupos de acción”. Estos grupos nacieron como colectivos armados de autodefensa de los sindicalistas y de los sindicatos durante los años del “pistolerismo” (1917-1923) ante el brutal terrorismo de Estado de aquella época. Fue la única manera de combatir a los “pistoleros” (sicarios) contratados por la patronal y evitar así la desaparición del sindicato CNT a causa del asesinato sistemático de sus militantes.
Los grupos de acción se constituyeron como tal, el diez de Marzo de 1923, aprobado en una ejecutiva sindical con personalidades tan ilustres del anarcosindicalismo español como Joan Peiró y Ángel Pestaña. La ejecutiva consideró la creación de estos grupos como la única forma eficaz de luchar contra el terrorismo estatal y empresarial. Y cómo era de esperar, el Estado y la clase empresarial no tardaron en criminalizar a estos grupos de acción, aprovechando así para criminalizar también cualquier tipo de asociación obrera. Estos grupos de acción no eran exclusivos de la CNT, sino que todo sindicato revolucionario de la época constituyó sus propios grupos de acción como órganos indispensables de la acción directa sindical frente a los abusos laborales de capataces y empresarios así como frente a los abusos policiales. 

La violencia revolucionaria acaecida durante el primer tercio del siglo XX a través de los distintos sindicatos revolucionarios y demás plataformas obreras no existían porque sí, fueron fruto del terrorismo de Estado, arraigado fuertemente en las instituciones del Estado español y organizado paralelamente dentro de los cuerpos policiales. 

jueves, 16 de octubre de 2014

Sobre la supuesta "estupidez" de la clase obrera

Muchos y muchas son las que esputan comentarios tales como "nadie hace nada", "es que son idiotas", y demás lindeces por el estilo.

En respuesta a esto, y para comprender la realidad, debemos tener en cuenta que hay cosas que vemos y podemos tocar, las cuales llamamos materia. Y por otro lado, hay cosas las cuales no podemos, y estan son las llamadas ideas. Ante este planteamiento, nacen varias preguntas: ¿son las ideas las que generan la materia, o por el contrario es la materia la que crea las ideas? Dicho de otro modo, y usando  un ejemplo, ¿es el pensamiento el que crea el cerebro o es el cerebro el que crea el pensamiento?

En relación con estas reflexiones, alguno o alguna pensará "¿pero qué está diciendo este colgao'?". Bien, pues si entendemos que la materia genera los pensamientos, esto es, lo que no se puede tocar, ergo entendemos que de las condiciones de la materia depende el producto que ella produzca, entonces todos aquellos comentarios que hacen alusión a "la gente no avanza" ó "la gente es tonta" no tienen demasiado sentido, pues no somos unos privilegiados que han saltado sobre las fases anteriormente dichas y han alcanzado un pensamiento crítico superior al resto, sino que nuestras condiciones sociales (familia, trabajos, estudios, etc) han hecho que lleguemos a alcanzar estos pensamientos, cuestión que reduce el hecho de concienciar a la gente a analizar las condiciones que les llevan a pensar así y hacer un cambio sustancial para que la situación deje de ser tal.

Por tanto, la situación sólo puede ser cambiada desde la comprensión de las condiciones que se dan a toda la sociedad y no desde una posición de superioridad, como es la relatada anteriormente, y sólo siendo parte de la gran masa de gente, porque, en conclusión, sólo entendiendo cómo se mueve se le puede dar un cambio de dirección.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Mitos sobre la represión de Stalin y su poder


Numerosas han sido las ocasiones en las que me he encontrado leyendo o escuchando cosas como "la represión stalinista", "la locura stalinista", "el genocidio soviético", "Stalin asesino!!!!!" o "Stalin el dictador rojo".

Bien, podría decir que comentarios así han hecho llorar al niño Lenin, y quedarme tan ancho. Pero me gustaría aclarar esos mitos y dejar por fin esclarecida, al menos entre mis más allegados y allegadas, la historia más reciente de la URSS en ese sentido.

Podemos (no, no me gusta Pablo Iglesias) empezar hablando del sistema político de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Aunque en estos casos es mejor comenzar por la duda más trillada: ¿tenía el Partido Comunista de la Unión Soviética algún poder de facto en ese sistema político? La respuesta es no. El Partido únicamente seguía siendo la herramienta ideológica, de organización y concienciación de la población soviética para solidificar el socialismo y prevenirse de ataques propagandísticos y demás agresiones. De aquí, se llega también a la conclusión de que el Partido no se podía presentar a las elecciones de las asambleas (soviets). Es decir, quienes se presentaban eran personas de forma individual, que el partido no podía proponer. Evidentemente, habían más capas sociales en la sociedad soviética, por lo que podían fundar sus organizaciones también.

En esta línea, existían varios tipos de soviets: el sindical, el local, rural, comarcal, de ciudad, de distrito, provincial, supremo,... etcétera. Cada uno escogido por sufragio universal y elección directa y libre, y cada uno con su comité ejecutivo elegido directamente por el soviet. De modo que de las competencias de cada Soviet se desprendía un sistema erigido de abajo hacia arriba. Además, este modo de funcionar daba la opción de que cada delegado era revocable por sus electores, algo mucho más sencillo si se trataba de personas en forma individual y no de partidos.

Por lo tanto, y es necesario volver a hacernos la pregunta: ¿era posible, dada esta estructura, que el PCUS o su secretario general tuviese algún poder de facto? De nuevo, la respuesta vuelve a ser no.

Éste era y es uno de los sistemas más democráticos que pueden haber, puesto que la mayoría trabajadora controlaba todos los ámbitos de su vida. El empleo, la vivienda, los servicios, la industria,...

En conclusión de este apartado, si en los soviets había una mayoría de personas militantes del partido comunista (normalmente el 60%), el partido podía seguir siendo la herramienta ideológica, de organización y concienciación de la población soviética para solidificar el socialismo y prevenirse de ataques propagandísticos y demás agresiones.

Ante esto y una vez aclarado que superestructuralmente no era posible que el partido tuviese un poder de facto, sino que debía ser elegido por la población, sólo nos queda acudir a la historia y a los archivos secretos de la KGB (de modo que los argumentos tengan veracidad) para comprobar si Stalin fue algún tipo de tirano rojo, aunque ya haya quedado demostrado que esto no era posible. Simplemente para acabar con toda duda posible.

Resulta que en dichos archivos se cuenta la historia de que Stalin no fue presidente del Consejo de Ministros (comité ejecutivo del Soviet Supremo) hasta el año 1941, sucediendo a Molotov. Lo que nos lleva ya a romper con el primer mito de la "represión Stalinista", puesto que esta supuesta ola de gran terror marcho por las tierras soviéticas desde el 1934 al 1938.  ¿Qué pasó justo en esa fecha? Que Yagoda, que no iba a ser Comisario de Asuntos Internos, asesinó a Menzhinsky, individuo propuesto por Stalin para tal puesto, asesinando posteriormente a otros dos hombres que llevaban la línea de Stalin en el Partido, de modo que pudo ser propuesto por los que sustituyeron a los muertos (que fueron Serguei Kirov y Máximo Gorki). De estos crímenes se autoconfesó culpable en 1938. Y en 1936, cuando fue detenido, en su lugar se colocó a Nikolai Ezhov. Cuyo periodo en el puesto fue el único en el que la NKVD no tuvo que rendir cuentas de sus actuaciones. 


Posteriormente, Stalin usó su secretaría personal para investigar estos casos, y ante las evidencias, Ezhov tuvo que dimitir, siendo automáticamente encarcelado autoconfesándose culpable de sus crímenes (los que le suelen otorgar a Stalin). Según cifras de los archivos de la KGB, desde 1930 hasta 1953 habrían sido condenados a muerte 786.000 detenidos. De los cuales no se sabe cuántos eran políticos y cuántos no. Además de ser periodo de guerras, de entreguerras y de guerra fría.
Luego de eso, por consejo de Stalin, en el lugar de Ezhov, el Soviet Supremo escogió a Lavrenti Beria. Y de ese hecho se desprendió la liberación de millares de personas inocentes. De lo que se cristaliza otra pregunta, ¿cómo iba a Stalin, suponiendo el hipotético poder dictatorial que se le atribuye, a quedarse en minoría en el partido por iniciativa personal? La respuesta se llama Nikita Jruschov, quien le sucedió después de su muerte en la secretaría general del partido. El mismo que, junto con Karl Radek, empezaron y extendieron el culto a la personalidad de Stalin.

No es casualidad que después de que Stalin falleciera, Jruschov pronunciase su discurso secreto en el XX Congreso del PCUS acusando a Stalin de promover culto a la personalidad (algo que el propio Stalin criminalizaba públicamente) y crímenes contra la humanidad, obteniendo así el poder del partido. 
Por otro lado, tenemos también el mito del Holodomor (la gran hambruna de la URSS); mito extendido por grandes empresarios como Hearst o escritores como Conquest y que en verdad fue un conflicto, es decir, un levantamiento armado de 1932 en el que los campesinos sin tierras colectivizaron las de propiedad de Kulaks establecidos en cooperativas. Estos terratenientes, en realidad, no dudaron ni un momento en coger las armas y quemar los campos donde se cultivaba el grano, por lo que esto produjo una hambruna de grandes proporciones. 
El hecho diferencial, empero, fue que una vez conseguidas las tierras de Ucrania, no hubo una sola hambruna más en la URSS, exceptuando la causada por la guerra. Algo que antes no sucedía, puesto que el pueblo campesino sufría de hambrunas cada cuatro años.

Así que, llegados ya casi al final esta historia, sólo nos queda comprobar cuáles eran las cifras de los famosos y muy trillados Gulags. En la URSS, en 1940, existían 53 campos y 425 colonias de trabajo, los famosos gulags. Se diferenciaban porque las colonias eran más pequeñas y con un régimen penitenciario más relajado que los campos y a ellas se destinaban los presos con condenas más reducidas. En los campos y colonias los presos no estaban recluidos en espacios cerrados sino que trabajaban y cobraban el mismo sueldo que los demás trabajadores, sobre la base del principio de que los presos no podían resultar una carga para la sociedad. Trabajaban durante su jornada laboral (7 horas diarias) y luego debían recluirse en los recintos cerrados y custodiados. En la URSS no había cárceles como las que conocemos aquí, en las que impera la ociosidad: trabajar era una obligación para todos, y no un derecho. Imperaba el conocido principio general de que quien no trabaja no come. 

Pero hay detalles muy poco conocidos. Por ejemplo, hasta 1937 la pena máxima establecida por las leyes soviéticas era de 10 años, y el 82 por ciento de los condenados lo eran a penas inferiores a 5 años. Las penas dictadas por los tribunales populares eran algo superiores, pero en todo caso, sólo el 51 por ciento de los contrarrevolucionarios fueron condenados en 1936 a penas superiores a los 5 años. Cuando en 1937 se elevó el tope de las penas, sólo el 1 por ciento de los contrarrevolucionarios fueron condenados a penas superiores a los 10 años. Ni existía la condena a perpetuidad como en Estados Unidos, ni nadie cumplía condenas de más de 20 años, como en España. 


Y si esto le parece poco al lector, aquí tiene más datos:

Presos políticos en 1939: 454.000 (muchos de ellos Kulaks, pues los condenados ascendieron a 1.800.000 millones), lo que significaba el 1,96% de la población adulta. A los que si les sumamos los presos no políticos, quedaría en 2.500.000, los cuales sólo corresponden al 2,5% de la población adulta. 

Por el contrario, tenemos que en 1996, en EEUU, habían 5.500.000 millones de presos (entre políticos y no políticos), de los cuales correspondían al 2,8% de la población adulta. 

Lo que significa que EEUU, sin padecer un levantamiento armado de las proporciones de la guerra civil en la URSS, ni tampoco la amenaza exterior de ninguna potencia, ni surgiendo de una guerra mundial, ni sufriendo una invasión exterior de las grandes potencias, ni un sabotaje permanente de espías y contrarrevolucionarios, ni finalmente una nueva guerra mundial, tenía un número de presos superior al de la URSS. Y con cárceles totalmente diferentes.


En definitiva, y como último dato, las muertes en los campos y colonias de trabajo, los porcentajes van del 5'2 por ciento en 1934 al 0'3 por ciento en 1953, lo que hace un total aproximado de un millón de presos, la mitad de ellos en el periodo de 1934 a 1939, y siempre por causas involuntarias, como se demostró al difundirse tras la II Guerra Mundial el uso de antibióticos, que redujo notablemente el volumen de fallecimientos. 


Así pues, quedan arrastrados al basurero de la historia todos los mitos aquí demostrados como inválidos, hecho que el lector podrá comprobar en los archivos históricos y secretos de la KGB, como queda mencionado al principio del artículo.


Y a propósito de los días que estamos viviendo: "La existencia del capitalismo sin opresión nacional es tan inconcebible como la existencia del socialismo sin la emancipación de las naciones oprimidas, sin la libertad nacional." 

Josif Stalin

Fuentes consultadas:

Datos recopilados de los archivos secretos de la KGB por parte de: Nicolas Werth (Revista l'Histoire) y J. Arch Getty en American Historical Review. 
Los mismos datos pueden encontrarse en las conclusiones de estos tres autores: Zemskov, Dougin y Xlevnjuk."

lunes, 29 de septiembre de 2014

Por qué el PCE debe desaparecer

Y  no sólo ahora, sino hace ya mucho tiempo. No sólo él, sino también todas sus federaciones y sus proyectos.

Muchos y muchas, al leer el titular de este artículo y lo que sigue, se sulfurarán, se angustiarán, insultarán y padecerán otras muchas más reacciones emocionales y nerviosas que no parecen buenas para la toma del poder de la clase trabajadora.

Ahora bien, si siguen leyendo y le dan una oportunidad a lo que aquí se expone, de momento, verán que a este escrito lo acompaña la lógica, no sólo formal, sino también la dialéctica. Además de otros tantos muchos análisis materiales.


Caracterización del Estado Español


Como apuntamos en el artículo "¿Es el Estado Español un Estado Fascista?", el Estado Español no es una democracia burguesa, puesto que está en la fase agonizante del Capitalismo, es decir, Capitalismo monopolista de Estado. ¿Qué significa eso? Que no hay una competencia interna dentro de la burguesía, sino que ésta está agrupada y unida como clase social, sirviendo a la legalidad impuesta por la oligarquía. Es decir, esa es la diferencia. Mientras que en democracia burguesa, la legalidad es genérica y la forma de dominación estatal (superestructura) atiende a ella, dando pie a una competencia entre diferentes burguesías (industrial, comercial, bancaria,...), en la forma de dominación estatal que surge de la monopolización atiende a la legalidad a medida de la oligarquía monopolista. Por tanto, la burguesía queda unida en un bloque hegemónico del poder, en burguesía financiera u oligarquía.

Pero, ¿ese es el final del análisis que caracteriza al Estado Español? ¿Es diferente la oligarquía franquista de la que hay ahora? ¿Fue ésta derrocada? La respuesta a las tres preguntas es no. Por tanto, de ella surge la superestructura o forma estatal de dominación fascista.

Como ya dijimos en el artículo más arriba mencionado, es erróneo identificar el fascismo como un alto grado de represión, pues no es tanto el qué sino el cómo. Además, describir un proceso histórico como "la oligarquía franquista decidió, sin autoinmolarse, dejar de ser franquista e instaurar una democracia" es cuanto menos ahistórico y antimaterialista.

Cómo fue ésto posible


La respuesta es bien sencilla: si no fueron las fuerzas antifascistas las que tomaron el poder y reestablecieron la legalidad republicana (cosa difícil, ya que en los años sesenta ya estaba resuelto el monopolismo de Estado) haciendo pasar por el aro de una superestructura no fascista a la oligarquía, fue ésta misma la que hizo pasar por el aro a todas las fuerzas antifascistas (en el caso de querer ser legales). Por tanto, fueron éstas últimas las que renunciaron a todo principio y se unieron al bloque hegemónico del poder, renunciando a toda relación con la clase trabajadora y a todo objetivo revolucionario. Es decir, renunciando al socialismo y al bienestar del proletariado.

A nadie le sorprendería, pues, que el PCE participara en el pacto constitucional y en el proceso de escritura de la constitución, entre otras cosas. Pero para los defensores de este partido, que de seguro vendrán a espetar que el PCE ya rompió su pacto, vendrá mejor esta modificación: a nadie le sorprendería, pues, que el PCE participe en las elecciones, esté integrado y hable de democracia sin matices de clase, condene toda confrontación abierta con el Estado Español, acepte la legalidad de la oligarquía fascista actual, y reciba subvenciones del Estado Español, entre un sinfín de hechos parecidos.

Parece evidente, con esto, que el proceso de "transición" fue en realidad una traición, y que sin la colaboración de fuerzas como éstas, no habría sido posible y no seguiría siendo posible la continuidad de este régimen.

Alternativas propuestas por el PCE


A todo esto, el PCE responde que no hay otra opción que integrarse en el sistema para poder conseguir el socialismo, puesto que no hay una suficiente acumulación de fuerzas ni una conciencia revolucionaria que pueda dar esa opción. Por lo que además -dicen- lo que primero tendremos que hacer es ir a por la república, y después a por el socialismo.

Bien, podríamos enumerar cuántos fallos tiene dicha reflexión, pero serían demasiados, así que uno de los más importantes podría ser la táctica de no esperar a que la conciencia revolucionaria nazca sola, puesto que este acto condena a la clase trabajadora al mayor espontaneísmo y a la incapacidad de organizarse. Tampoco puede escudarse el Partido en que no hay conciencia revolucionaria para organizar una revolución, si precisamente es él quien debe crear tal conciencia. Y mucho menos intentar concienciar por etapas usando la misma excusa. Por otro lado, esa dificultad añadida para crear conciencia revolucionaria viene dada por un mensaje implícito que se da a las masas cuando el Partido sólo las acompaña en sus luchas parciales o económicas ("¡contra los recortes!" pero no "¡por el socialismo!"), y ese mensaje es: se pueden conseguir cosas buenas dentro del capitalismo que te hagan vivir bien sin necesidad de socialismo. O incluso: se puede llegar al socialismo o elevar la conciencia a conciencia revolucionaria con las luchas parciales (cuando se acabamos de demostrar que no).

También observamos como el PCE (o más concretamente IU) peca de electoralismo cuando engaña -literalmente- a las masas y las llama a votar para "acabar con la troika", "echar a la mafia", y otras sandeces que no será menester repetirlas. Huelga explicar por qué esto no es posible, tenemos ejemplos como Chile o el mismo Estado Español, en cuya historia encontramos la valiosa enseñanza de que no es posible conseguir el socialismo por vía electoral/reformista. Y precisamente en el caso concreto actual del Estado Español, intentar confrontar directamente a la oligarquía financiera sería acabar en el basurero de la Ley de Partidos, como les ha pasado a otros. Y en la misma dirección, concluimos que si esto llegara a pasar, es decir, si IU llegara al poder por la vía electoral y suponiendo que no existiese una maquinaria estatal de dominación fascista, provocaría la mayor respuesta en armas que podría encontrarse por parte de la oligarquía. ¿Y cual sería la respuesta de las masas? Ninguna, puesto que IU, sin quererlo, con su práctica, les habría transmitido que ellos se encargan de todo, algo de lo más idealista, puesto que sin el apoyo de las masas en armas, no es posible expropiar a la oligarquía fascista española, en alianza con la oligarquía alemana y europea.

Que esa es otra, la conversión del PCE, con ese mensaje implícito en esa práctica, en una élite política. Algo, por definición, alejado de la clase trabajadora.

Asimismo, y para no extender más este apartado aunque se pueda escribir un libro, también nos encontramos con la táctica del instrumentalismo o de los frentes de masas. Y es que el PCE -dice- creó IU con la intención de atraer a las masas y después concienciarlas. Pero veamos otra vez los fallos que contiene: si el PCE quisiera crear un frente de masas partidista, éste no debería presentarse a las elecciones, puesto que, como ya hemos explicado, el PCE debería llamar a la abstención activa en las elecciones, y la función de su frente de masas sería la de explicar por qué. En añadido, nos encontramos con que IU sólo se fija en las luchas parciales o económicas que comentábamos antes, por lo que la premisa de "después concienciarlas" tampoco sería conseguida.

Conclusión


Ante la imposibilidad del cambio interno del partido, está la destrucción. Es decir, acabar con lo viejo, con las ideas que no llevarán a la clase trabajadora a su bienestar, y ganar lo nuevo.

Porque, ¿realmente es tan improbable ese cambio? Sí, y de hecho las ideas dominantes del PCE son totalmente contrarias a lo expuesto en este artículo. Es decir, el ideario dominante del PCE es condenar a la clase trabajadora de todas las naciones que conforman este Estado. Y aunque existan autodenominados órganos de reconstrucción del PCE, como sus juventudes, la UJCE, por el mismo motivo, sigue siendo imposible. Además que, "reconstrucción" hace referencia a seguir aumentando la militancia y la organización del PCE, y no la conexión de la teoría revolucionaria con la clase trabajadora. Para llevar a cabo esto último, las ideas dominantes tendrían que llevar en su esencia dicha teoría revolucionaria.

Por lo que, todos esos militantes que quieran comprometerse de verdad y conseguir el socialismo, pero estar dentro del PCE o UJCE les imposibilita alcanzar ese medio que es la revolución, les aconsejo que huyan de allí. Ya no es cosa de revisionismo, sino de lucha de clases.

Como dijo alguien: "El proletariado necesita una herramienta, necesita el Partido. El Partido, que no es lo que estamos acostumbrados a ver; toda esta morralla de vendidos... lameculos, que van a trincar y a pillar siempre. Subvenciones, esto... lo otro.

No, estamos hablando de un Partido para hacer la revolución."

jueves, 18 de septiembre de 2014

PODEMOS engañar y triunfar

Desde KntraKultura hemos decidido que ésta podría ser una buena manera de sacarle el polvo al blog aprovechando además para esclarecer unos cuántos tejemanejes lógico-formales que pueden usarse -y de hecho se usan mucho- para acabar siempre teniendo razón en el campo ideológico.

Para hacerlo, nos basaremos en este reciente artículo del famoso rapero Nega, del grupo Los Chikos del Maíz (recomendamos la lectura íntegra del artículo antes de pasar a leer el que viene a continuación).


Primero, nos gustaría dejar claro que Javier Parra no es de nuestro agrado. Marhuenda, Escolar y cualquier izquierdista, por supuestísimo que tampoco. Ahora bien, cuando llegamos al final del primer párrafo, nos encontramos con una táctica muy peculiar (y ahora viene el núcleo repetitivo por el que Nega se paseará durante todo el artículo): hacer pasar por derrotismo las críticas hacia Podemos. 

El autor, que posteriormente se quejará de conclusiones arbitrarias acerca de la posición de su formación política en los medios de comunicación, adjudica ahora derrotismo, de la misma forma, a toda crítica desde la supuesta izquierda a su organización.
Y así es como el rapero justifica toda la estrategia política sin tener que hacerlo de forma teórico-práctica. Así es como argumenta su leitmotiv: "ganar a toda costa". Y así es como engaña Nega y engaña Podemos (no se pongan nerviosos y nerviosas todavía, más adelante el lector o la lectora podrá ir observándolo por su propio pie).


Así pues, y sin ofrecer un respiro, el artículo prosigue: "Algunos siguen sin entender que los parlamentos burgueses únicamente sirven si nuestro proyecto es el más votado".
Algunos, por desgracia, siguen sin entender que en el Estado español vivimos un contexto de concentración de capital muy sólido (de eso se encargó Franco), y que por muchos votos que consiga un partido en el parlamento, probablemente será objeto de dos finales que no tienen por qué ir de la mano:

1. Sufrir una ilegalización. Cosa que aceptando la legalidad del Estado y las elecciones es improbable que pase.
2. Prometer mucho y no conseguir nada.

¿Por qué éste último punto? Es bien sencillo. Debido a la situación económica mentada anteriormente, es imposible llevar a cabo una regresión en materia de propiedad pública y gestión democrática (recuperar lo privatizado). Como también es imposible, ya no revertir procesos de privatización, sino nacionalizar sectores estratégicos de la economía, o sea, ir en contra de los poderes oligárquicos estatales y europeos.
Es decir, se pueden ir olvidando de seguir en la UE si pretenden cancelar la deuda. O lo que es lo mismo, la patronal es mucho más poderosa que el poder político.

Entonces, ¿qué sería necesario para poder llevar a cabo mínimamente lo que se promete? El ejército o las masas organizadas. ¿Y quién es el capitán general de todos los ejércitos? Felipe VI. Pero espera, ¿de quién es amigo Felipe VI? de los grandes empresarios. ¿Le están diciendo a las masas lo que va a pasar para que puedan estar preparadas y organizadas? Al contrario, "vótame que yo ya lo hago todo". Tic, tac, tic, tac.

Fíjate tú, estoy tan animado que me hago un pareado. Debo estar volviéndome rapero.


Seguidamente y casi sin avisar, nos deleita con otra gran reflexión: "Hay dos formas de transformar las cosas y mejorar la vida de las personas; una es la vía insurreccional, otra es alcanzar mayorías electorales para poder legislar."

Veamos, ¿es que no hemos aprendido nada de la historia? Chile, Brasil, Irán, España,... todos ellos sufrieron golpes de Estado por pensar que se podría legislar a favor del pueblo trabajador tan fácilmente. Sin ir más lejos, en este Estado Felipe González lo prometió todo. Luego, evidentemente, no pudo hacer nada.

¡De eso se encargó el pequeño dictador! El regalito que dejó atado y bien atado fue la oligarquía, que sigue siendo la misma de entonces. ¿Cómo lo hizo? La siguiente frase responderá: "
Y por desgracia no veo una insurrección en marcha."

En el caso de no ver ninguna insurrección en marcha, sr. Nega, encienda usted los motores. No se escude en que no hay conciencia revolucionaria para encender la chispa, si es usted quien está haciendo que no la haya prometiendo a la clase trabajadora que pueden haber cambios dentro del sistema. ¿Qué conciencia revolucionaria van a tener hablándoles de esto? ¿Qué conciencia revolucionaria va a existir si no es usted quien la crea, en vez de gastar tantas fuerzas en lo contrario?

Contradicciones y más contradicciones.

Así pues, llegamos al culmen de la primera rama de su artículo: "
Y por supuesto nunca somos nosotros mismos: echaremos la culpa a los medios de comunicación, el revisionismo, Carrillo, Los Pactos de la Moncloa...".

No señor, echaremos la culpa a la izquierda que engañó, engaña y parece que seguirá engañando. A la que atrasa toda transformación social. La culpa se queda en casa.

Llegados a este punto toca aflojar, pues aún queda mecha por encender.
El lector o la lectora puede parar para tranquilizarse.

Sigamos de nuevo con la conjetura de Nega. No podemos ser un partido que dispute el poder al bipartidismo si nos ponemos a organizar charlas sobre Corea del Norte, Cuba y los presos saharauis, porque no vendrá ni dios.

Bien, está es la táctica del hombre de paja. Yo me invento algo evidentemente equivocado para mostrar que la práxis partidista del adversario es errónea, y así no tengo que dar ningún argumento sobre la validez de la mía. Queda total y automáticamente justificada.
Se nota que de tanto hablar de derrota, Nega ha aprendido de tácticas de guerra. Mirad qué mal lo hacen estos, por lo tanto nosotros lo hacemos bien. Nadie dijo, ni siquiera los posteriormente mencionados revolucionarios, que la táctica para la transformación social fuera esa. Escudarse pues en ese argumento es falaz e incluso criminalizante.

Desde luego, esto es un no parar. No parpadeen porque se lo pueden perder. El siguiente plato habla de las acusaciones vertidas sobre Podemos y su supuesta ascensión auspiciada por los grandes medios de comunicación. Nega advierte: "
El capitalismo tiene una función primaria básica y no es la de perpetuarse sino la de obtener beneficios, por eso al margen de genocida, es también un sistema suicida. Como dice Michael Moore, es un sistema capaz de venderte la soga con la que lo vas a ahorcar. Por eso vende camisetas con la cara del Che. Por eso el coletas va a las tertulias, sencillamente genera audiencia, así lo reconoció Jesus Cintora (Las mañanas de Cuatro). "

Qué bien se le da jugar con el lenguaje. Lo cierto es que si una de las funciones del capitalismo no fuese reproducirse, la educación se habría abolido, junto con la televisión y la institución de la familia. Estos tres últimos son los grandes agentes socializadores de la ideología dominante, gracias a los cuales el sistema se reproduce.

Su argumento, además, es un gran insulto a los presos y las presas políticas que siguen en las cárceles, habiendo sido condenados y condenadas ya en supuesta democracia por llevar a la práctica su ideología comunista, sin empuñar un arma en su vida.
El capitalismo, es evidente, no va a hacer de esos presos una marca ni un producto "antisistema", porque corren el peligro de que en sus propias televisiones, acaben escaldados. Peligro que no corren con el coletas y demás. En añadido, no veremos a LaSexta TV o al Público ser ilegalizados, como otros medios de comunicación y expresión en tiempos no tan pasados.

Ahora, no se sienta único el Nega, pues el capitalismo convierte en mercancía a toda la clase trabajadora, para posteriormente venderla. Es decir, no sólo sucede con él y con sus coleguitas. Sólo que cada servicio y fuerza de trabajo se vende de una forma u otra.

A lo que íbamos, parece ser que se le da bien la defensa superficial. Un ejemplo más: "o
tro de los argumentos estrella son las supuestas similitudes entre el ascenso del PSOE del 82 y el reciente ascenso de Podemos, ciertamente hilarante". Es decir, que lo no hilarante será comprobar que, como le sucedió al PSOE de González en el 82, Podemos no podrá hacer ningún cambio por la vía legislativa que ponga en peligro los privilegios de la clase dominante. Lo no hilarante será ver cómo se sigue condenando a la clase trabajadora, al final, por aventurarse a "ganar sí o sí".

Pero no se bajen que el capitán del navío que todo lo puede, sin mostrar un solo signo de cansancio, espeta: "
No les voy a mandar a leer el programa porque sería muy obvio pero no deja de resultar perturbador que sea el más empleado por los ortodoxos pues ni Lenin, ni Stalin, ni Mao, ni Castro ni cualquier otra figura revolucionaria se autoproclamó nunca ‘de izquierdas’".

¡Ya tardaba en sacarlos! ¿Pero saben qué? ¡Adivinen! ¡Ninguno de ellos escondió que era necesaria la revolución! En otras palabras, los argumentos inválidos son inválidos. Ley universal.


A lo que finalmente, el último bastión que le queda al rapero es escudarse en la gente que hay en Podemos. Presumir de dónde vienen. Me ahorraré comparaciones, pero Bombacci (fundador del PCI junto con Gramsci) acabó en el partido fascista junto a Mussolini. Menos ad verecundiam y más explicar la verdad a la clase trabajadora.

Alguien, además, debería comentarle al victorioso que la historia no empezó cuando surgió Podemos. Que en cualquier caso debería haber seguido el hueco que quedó con el parón del movimiento revolucionario en los años noventa, no con la línea kamikaze de ir por la línea electoralista.


Concluyendo que es gerundio, el mayor problema que tendrá Podemos para aplicar sus reformas no será la imposibilidad frente a los poderes oligárquicos, sino la ausencia de una población movilizada que ejecute por ella misma las promesas que no serán cumplidas.

Podemos, con su praxis, será otra organización más que condene a los pueblos que conforman el Estado español por pecar, no de derrotismo, sino de complejo napoleónico. PODEMOS engañar y triunfar, pero no será un triunfo de las mayorías ni para las mayorías, motivo suficiente para proclamar el fracaso y la derrota inmediata.