El informe del Libro Blanco
En 17 de mayo de 1939, el gobierno
británico de Neville Chamberlain publica el llamado informe del Libro Blanco,
patrocinado por el Ministro de Colonias McDonald, que alerta sobre los riesgos
que implica la superpoblación en Palestina y sobre la emergencia económica que
tiene lugar en la zona: no hay suficientes recursos para mantener una
inmigración judía ilimitada. Se propone, pues, regularla, estableciéndose un
tope de 75.000 inmigrantes durante los cinco años siguientes. El objetivo es
lograr que los judíos representen “solamente” un tercio del total de los
habitantes de Palestina.
Este informe motiva la ira de los
sionistas, que acusan a las autoridades británicas de “desleales” y “traidoras”
y convocan numerosas manifestaciones. Incluso la Haganá, que hasta entonces no
ha buscado un enfrentamiento directo con el Reino Unido, empieza a atacar los
intereses coloniales británicos. Por otro lado, los árabes consideran
insuficientes las propuestas recogidas en el Libro Blanco. Sus líderes feudales
inician intensos contactos diplomáticos con Londres para lograr la neutralidad
de la metrópolis, pero todo resulta en vano. La percepción, por parte del
pueblo trabajador árabe, de ser abandonados por su clase dirigente, motiva que
arraiguen en él ideas revolucionarias de tendencia marxista. Se trata de un
fenómeno relativamente nuevo entre los árabes palestinos.