miércoles, 22 de octubre de 2014

ANARCOSINDICALISMO: COMITÉS DE DEFENSA, GRUPOS DE AFINIDAD Y GRUPOS DE ACCIÓN.

Hoy os traemos un artículo histórico y curioso a la par que desconocido para la mayoría de población (incluso para la población minimamente politizada). Hablaremos de tres “estructuras” organizativas que conformaron el famoso sindicato anarcosindicalista CNT, en los años ’30. Nos referimos concretamente a los llamados “Cuadros de defensa”, “Grupos de afinidad” y los “Grupos de acción”. El objetivo del presente artículo no es solo explicar una parte de nuestra historia y despertar la curiosidad de los y las lectoras, sino también explicar las diferencias entre los tres tipos de organización para que no se confundan los tres conceptos entre sí.

Empezaremos por esbozar qué eran los Cuadros de Defensa de la CNT y para qué servían. Estos grupos llamados “Cuadros de Defensa” fueron creados por el sindicato CNT en Octubre de 1934 para cometer la llamada “gimnasia revolucionaria”, que no era más que distintas acciones insurreccionales en distintos puntos del Estado español como método efectivo de preparación y entrenamiento hasta llegar a la revolución proletaria. 

Bien, los Cuadros de Defensa fueron una milicia secreta y anónima del sindicato cenetista, que aparte de las acciones anteriormente mencionadas, tenía como labor la defensa sindical y hacer de piquetes armados en las distintas huelgas. Podemos definir a estas agrupaciones como el ejército clandestino de la revolución social, sumido plenamente en tareas como la de instrucción de armamento, información y espionaje y preparación de la insurrección. No eran una organización independiente de la CNT, al contrario, dependían directamente del sindicato, ya que era la propia CNT quien los financiaba y los nutría con sus militantes. Cada cuadro de defensa empezaba con un mínimo de seis militantes cenetistas, pero con la intención de ir aumentando en número hasta llegar a la totalidad del proletariado. Lo que hay que dejar claro es que no fueron nunca independientes de la CNT, como si lo eran otros colectivos (FAI, Juventudes libertarias, etc.). Estos cuadros fueron siempre la organización armada de la CNT, sometida siempre al mandato del Comité regional y Nacional de ésta.

¿Qué fueron los llamados “Grupos de afinidad”? No fueron más que la estructura organizativa de la FAI (Federación Anarquista Ibérica). Estos grupos se formaban a partir de la unión de diversos militantes, amigos y compañeros de trabajo que tenían una línea ideológica similar en la mayoría de aspectos y que se organizaban para asumir labores y tácticas comunes al grupo. El hecho de que cada grupo de afinidad sólo estuviera compuesto por miembros muy similares ideológicamente, provocaba ciertas disputas y discrepancias entre distintos grupos de afinidad.  Los grupos de afinidad estaban caracterizados principalmente por su autofinanciación, autonomía, federalismo y “transitoriedad” ya que su grado de clandestinidad, hacía que estos grupos nacieran tan solo para efectuar una determinada acción, pasada la cual se disolvían. Esta clandestinidad y transitoriedad eran fruto de la enorme represión policial que sufría el movimiento obrero en general, y el movimiento anarquista en particular. La militancia de los grupos de afinidad iba desde un mínimo de cuatro personas, a un máximo de veinte. Si bien otras de las características de los grupos de afinidad era su escasa financiación y medios materiales, sus labores y funciones eran bastante heterogéneas, pero principalmente se encargaban de todo lo relacionado con lo cultural, esto es, la divulgación y difusión anarquista y científica, la creación de Escuelas Racionalistas y Ateneos, exposiciones, corales y conferencias políticas.

Por último esbozaremos lo que fueron los “Grupos de acción”. Estos grupos nacieron como colectivos armados de autodefensa de los sindicalistas y de los sindicatos durante los años del “pistolerismo” (1917-1923) ante el brutal terrorismo de Estado de aquella época. Fue la única manera de combatir a los “pistoleros” (sicarios) contratados por la patronal y evitar así la desaparición del sindicato CNT a causa del asesinato sistemático de sus militantes.
Los grupos de acción se constituyeron como tal, el diez de Marzo de 1923, aprobado en una ejecutiva sindical con personalidades tan ilustres del anarcosindicalismo español como Joan Peiró y Ángel Pestaña. La ejecutiva consideró la creación de estos grupos como la única forma eficaz de luchar contra el terrorismo estatal y empresarial. Y cómo era de esperar, el Estado y la clase empresarial no tardaron en criminalizar a estos grupos de acción, aprovechando así para criminalizar también cualquier tipo de asociación obrera. Estos grupos de acción no eran exclusivos de la CNT, sino que todo sindicato revolucionario de la época constituyó sus propios grupos de acción como órganos indispensables de la acción directa sindical frente a los abusos laborales de capataces y empresarios así como frente a los abusos policiales. 

La violencia revolucionaria acaecida durante el primer tercio del siglo XX a través de los distintos sindicatos revolucionarios y demás plataformas obreras no existían porque sí, fueron fruto del terrorismo de Estado, arraigado fuertemente en las instituciones del Estado español y organizado paralelamente dentro de los cuerpos policiales. 

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